En un escaparate de deprimidos apunto de perder su trabajo, entre proyectos imaginarios y obras en papel, se desarrolló el tercer informe de gobierno del ayuntamiento de Ciudad Madero, el último, que se convirtió en la triste despedida del alcalde Mario Alberto Neri Castilla.
Él gimnasios de la Unidad Deportiva se dispuso como sede oficial del evento que de por sí se esperaba aburrido, tedioso y sin novedad ya que a ojos vistos los logros alcanzados en el trienio fueron raquíticos.
Alas 6 de la tarde arribó el presidente municipal escoltado por la comparsa de “levantadedos” que fueron durante tres años los síndicos y regidores de todos los partidos quienes pasaron a la historia de este municipio como el grupo de concejales a modo que nada aportaron para el crecimiento de la ciudad.
El salón previsto para 2,500 asistentes tuvo que ser rellenado con acarreados, funcionarios y amigos que muy poco les interesaba lo que ahí se iba a decir pero estaban instruidos para aplaudir y lanzar porras a cada intervención.
Tras entregar el documento al representante del gobernador, Miguel Ángel García Aedo, Neri Castilla dio paso a un video de 40 minutos en los que sintetizó las “acciones” desarrolladas de octubre del 2013 octubre del 2016.
Poco o nada fue lo novedoso en este informe donde destacaron obras hechas con recuerdos estatales o federales como la rehabilitación del primer tramos del bulevar Costero o la poco funcional Casa de la Tierra.
Peor aún, se informó sobre obras o mejor dicho proyectos o mejor dicho promesas que están solamente en papel, que ni siquiera han iniciado y que se mencionaron durante los tres informes, tal es el caso del Acuario Miramar, la Casa de la Cultura y la llamada Línea Verde que representa un espacio de convivencia para los maderenses.
No hubo una sola obra de trascendencia en la actual administración, no hubo un solo proyecto de gran impacto, la secretaria de obras públicas se centró en pavimentar pedazos de calle, cambiar tubería vieja y parchar algunas avenidas con baches.
Pobre, muy pobre, fue el informe de gobierno el cual a todos dejó con el sabor desagradable de tres años sin mayor trascendencia; vacío, muy vacío de contenido se notó este rendimiento de cuentas a los pocos maderenses que asistieron al evento.
Ahí estuvieron los alcaldes de Tampico, Gustavo Torres Salinas, de Altamira Armando López Flores, la alcaldesa electa del puerto Magdalena Peraza Guerra y solo un representante del alcalde electo de madero José Anders Zorrilla Moreno.
No hubo un solo representante de la iniciativa privada, el empresariado Maderense literalmente le dio la espalda al alcalde en este cierre de administración, con críticas y señalamientos principalmente del presidente del Consejo Empresarial de Madero, Sergio Maldonado Pumarejo, quien incluso precisó que la de Madero fue la peor administración de la zona.
El propio Zorrilla Moreno ha establecido que Madero registra un atraso de por lo menos 25 años, producto de administraciones con poca capacidad de gestión y nulo seguimiento a proyectos visionarios que permitirían verdaderamente darle a la ciudad el enfoque turístico y de crecimiento que necesita.
Cabe mencionar que entre lo rescatable de esta administración es que no generó un solo peso de deuda y que se logró avanzar en el pago de los pasivos heredados de administraciones pasadas.
En resumen el tercer informe de gobierno fue una triste despedida de Mario Neri, quien al cierre de su gobierno de desdibujó, dejando ir la posibilidad de verdaderamente trascender en la historia de su municipio.