Producto de las pésimas condiciones en que dejaron el municipio, la mala situación económica pero sobre todo a una falta de experiencia al gobernar, el primer mes de Andrés Zorrilla Moreno como alcalde de Ciudad Madero ha sido una locura.
El empresario de la industria de la educación parece que no ha entendido que no esta administrando su escuelita y que tiene en sus manos el destino de uno de los municipios más importantes de Tamaulipas.
Empezó corriendo para todos lados, queriendo abarcar mucho y apretar muy poco, ya que acudió a las colonias Hipódromo, Miramar, Carranza y otras tantas para prometer solución a los problemas.
Hizo uso, y cabe hacer mención de manera correcta, de los recursos humanos con los que cuenta el municipio al poner a su gente de obras y servicios públicos a trabajar en la limpieza de canales y encharcamientos.
Pero lo que no ha entendido el alcalde es que la más grande voluntad y las cuadrillas completas del municipio no le alcanzaran para poder solucionar de golpe todos los problemas de Madero.
Entró muy “salsa” gritoneándole a Pemex, asegurando que el si le exigiría el beneficio para el municipio, pero luego de unas despensas y una reunión relámpago simplemente Zorrilla bajó las manos.
Y como no, si Pemex realiza importantes donaciones para el funcionamiento del municipio entre gasolina, terrenos, asfalto y otras tantas en efectivo, incluso el lote del Parque Bicentenario es de la empresa.
Los primeros días Zorrilla corría por todos lados repartiendo abrazos y figureando en redes sociales los “destrozos” que dejaron en el municipio pero no reparó en caer en cuenta que aunque sea herencia le corresponderá a él repararlos.
Su comunicación es un verdadero desastre, ya que pese al séquito de fotógrafos y camarógrafos que solo sirven para estorbar la difusión de este primer mes de gobierno ha sido muy pequeña.
Y no es que el director de esta área sea el peor operador, sino que al señor Andrés Zorrilla le sobra ego y las ganas de figurear en televisión, incluso en los recorridos quiere dar órdenes a camarógrafos y fotógrafos sobre su mejor ángulo.
Pareciera que los asesores, como veinte, simplemente se han dedicado a adularlo, que saben que le fascina, a ir hundiéndolo poco a poco y a sumarle a su gobierno compromisos irrealizables.
Que alguien le avise al señor alcalde que ya no está en campaña, que se debe dedicar a trabajar y no a hacer como que anda haciendo, que de soluciones de fondo y no meras campañas de relumbrón.
Que alguien, quizá uno de sus múltiples asesores, le diga que ahora debe tener un verdadero compromiso basado en realidades, ¿o será que estos casi dos años los usara como campaña para el 2018?.