Según la prensa estadounidense Johnny Depp está quebrado y luchando por su vida financiera en la corte civil.
Al parecer sus problemas económicos surgieron cuando el actor decidió demandar a su grupo de gestión, TMG, alegando que sus finanzas fueron maltratadas y que él nunca fue advertido sobre sus hábitos de gastos imprudentes.
TMG contra-demandó, alegando que Depp fue advertido de que estaba gastando demasiado, y que él persistió en hacer compras extravagantes y vivir un estilo de vida lujoso.
“Depp es responsable de sus propios desperdicios financieros”, declararon los abogados de TMG en documentos judiciales el mes pasado.
La disputa legal ha traído a la luz numerosos detalles del gasto del actor y de su comportamiento autodestructivo, algo probablemente profundamente embarazoso para Depp.
En los documentos sus exadministradores señalan por ejemplo que él solía gastar US$ 30 mil en vinos por mes. US$ 200 mil en vuelos privados. US$ 400 mil en un brazalete de diamantes que valía al menos la mitad de esa cantidad. ‘Millones’ en guitarras y obras de arte, incluyendo la compra de dos piezas de Modigliani y Warhol. US$ 3.6 millones anuales para pagar sus empleados, incluyendo su cocinero y sus guaruras. US$ 5.35 millones en una cadena de islas en las Bahamas. US$ 18 millones en la compra de un yate lujos, que luego sus contadores lo convencieron a venderlo a la autoria de Harry Potter, J.K. Rowling. Además de US$ 75 millones en la compra y remodelación de 14 residencias en todo el mundo, que el actor se ha negado a vender.