Decenas, por no decir cientos, de autos recorren diariamente las calles limítrofes entre Tampico y Ciudad Madero y al parecer nadie le interesa reparar de manera definitiva y con obras de calidad esos límites que están de vergüenza.
Calles como la 16 de Septiembre y Rosario Bustamante entre ambos municipios muestran no baches, sino enormes cráteres en los que fácilmente un automóvil puede dejar una defensa o dañar un neumático.
El año pasado el municipio de Tampico decidió de manera por demás irracional “reparar” -y lo ponemos con comillas porque eso no se puede llamar reparación- colocando una ligera capa de asfalto.
Bastó la primera lluvia para que los agujeros volvieron a formarse, además que en el resto de la calle Bustamante rumbo a la avenida Miguel Hidalgo presenta enormes agujeros producto de las alcantarillas no levatadas a nivel de calle.
La inversión aplicada ahí simplemente se la llevó el agua, así de fácil, debido a que no se aplicaron los materiales y menos las técnicas necesarias para poder llevarla a cabo para garantizar su durabilidad de este proyecto.
Y que decir de Madero que prometió desde noviembre o diciembre del año pasado que se realizaría una obra con concreto asfáltico, pero esta simplemente no ha llegado, al parecer sigue en proceso de gestión.
Se pidieron recursos del Fondo Nacional de Desastres (Fonden) para poder llevarla a cabo, pero a la Federación pareciera que se le olvidó llevar a cabo el depósito de los recursos prometidos para poder efectuar los trabajos y dejar esas arterias en condiciones intransitables.
Lo más preocupante es que por ese sitio se encuentran hospitales como el General “Dr. Carlos Canseco”, el psiquiátrico de Tampico y el ISSSTE, así como una gran cantidad de tiendas y comercios pequeños.
Ahora si tomamos en cuenta que unos de los principales responsables, como la falta de mantenimiento a estas vialidades, es el tráfico pesado generado por la Central de Autobuses de Tampico (CAT) esta empresa también debiera aplicar recursos.
Pero en lo que se ponen de acuerdo las calles limítrofes entre Tampico y Ciudad Madero siguen convertidas en una gran vergüenza que aleja mucho a la zona de esa imagen turística que se quiere proyectar.
