Si hacemos referencia a un político de la zona sur de Tamaulipas que ha vivido siempre a las pegadas, como un verdadero parasito de los peces gordos, ese es Erasmo González Robledo quien debe su carrera a todos.
El ex priísta forma parte de los que saltaron del barco tricolor apenas sintieron que este presentaba agua en el cuarto de máquinas y desde lejos vieron como se iba hundiendo la embarcación que los tuvo a flote por años.
Es hijo del ex alcalde Erasmo González, recordado por haber construido en su época la plaza “Isauro Alfaro Otero” hoy plaza Madero un querido ciudadano maderense originario de la colonia Árbol Grande.
Pero su vástago simplemente no ha pasado de segundón, ya que pese a haber siempre aspirado a ser presidente municipal siempre se ha quedado en el intento.
Recordemos que fue tesorero en el trienio de José Guadalupe González Galván y cuando este pidió licencia lo dejó como alcalde suplente siendo esa vez que la semillita del poder encontró verdadera fuerza en Erasmito.
Desde entonces quiso ser contemplado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) como candidato a la alcaldía pero le dijeron que no porque iba Sergio Posadas Lara, luego Jaime Turrubiates Solís, posteriormente Esdras Romero Vega y finalmente Humberto Oliva Barreda.
Desde entonces ha vivido a las pegadas al amparo de personalidades como Lupe González y luego Eugenio Hernández y finalmente Egidio Torre colocándolo como delegado de Itavu y como diputado local donde palomeo la reforma educativa y energética en el Congreso de Tamaulipas.
En las campañas anda a las pegadas porque quiere “mamar” del erario pero sin invertirle, navegando con bandera de noble y haciéndose tonto quedándose el presupuesto que le dan para campañas, sino pregúntenle a Esdras.
En la pasada elección incluso su esposa iba en la plantilla de regidora de Oliva Barreda pero perdió.
Ahora quiere aplicar la misma en el periodo Morena que lo postuló como candidato a la diputación pero ahora quiere hacer lo mismo con Adrian Oseguera Kernion, de quien se quiere colgar.
Que alguien le explique a Erasmito que la sonrisa falsa y las buenas intensiones no le van a alcanzar ya que pesa sobre el la sombra del priismo, la traición a los suyos y esa costumbre de ser un simple aprovechado de la política local.
