OSEGUERA Y SU EXCELENTE JEFE DE CAMPAÑA

El actual candidato de MORENA a la alcaldía de Madero, y prácticamente el próximo alcalde de esta bello municipio bañado por las aguas del Golfo, Adrián Oseguera Kernion, es un político joven, que trae grandes proyectos para su ciudad sureña.

Pero además de todo lo anterior, es un hombre privilegiado por las circunstancias externas, pues dígame usted, estimado lector, ¿a quien le hacen la campaña de manera gratuita, y de una manera tan categórica que, no hay posibilidades de que pierda, en la próxima elección?

Ciertamente que el mérito es de Adrián, pero también hay que felicitar a su excelente jefe de campaña, cuyo nombre es Andrés Zorrilla Moreno.

Sí, así como usted lo lee, en estas líneas, el mejor jefe de campaña que tuvo Oseguera, fue su propio contrincante político, un personaje egocéntrico y obcecado que, cuantas veces pudo, le metió el pie, pues esta es la parte del cuerpo que mejor sabe usar, y no el cerebro. Las maniobras fueron tan burdas y pesimamente ejecutadas, que hoy, el alcalde es víctima de sus propias trampas.

Zorrilla terminó por publicitar el nombre de su competidor por la alcaldía, no solamente en Madero, sino en el resto de la entidad, y vaya que lo hizo bastante bien, pues gracias a este hostigamiento en los medios, logró que AOK creciera más de lo esperado.

El resultado de esta catastrófica estrategia de Zorrilla, ya todos la conocemos: Adrián Oseguera es el líder indiscutible en las encuestas por la alcaldía, y a tres semanas de la elección, no hay posibilidad de que, Zorrilla lo alcance.

Lo que acaba de hacer Zorrilla en el sur de Tamaulipas, seguramente que es como para ponerlo de ejemplo, pero ejemplo de lo que no se debe hacer, o sea que estamos hablando de una estulticia del tamaño del mar que amamanta las playas maderenses.

La verdad no se quien fue el que le aconsejó a este señor Zorrilla, emprender una serie de zancadillas fallidas. Aunque, para quienes conocen al citado personaje, el mérito es todo suyo, y no lo comparte con nadie.

La realidad es que, no se le pueden pedir peras al olmo, como tampoco se puede labrar un tronco de la soberbia y el egocentrismo, para transformarlo en político profesional. Simple y llanamente, el experimento de convertir por la vía rápida, un trozo de carbón, en diamante, no funcionó.

La crónica de su anunciada derrota municipal, no tiene reversa. Pero de nuevo la paradoja irrumpe en esta historia: resulta que, los más contentos con el derrumbe político de Zorrilla, no serán los osegueristas, sino los jefes del panismo en Tamaulipas.

La cúpula del PAN -gobierno de plano ya no aguantaba el protagonismo del engreído personaje maderense, un auténtico chivo en cristalería, que desde un inicio dio muestras de una ambición desatada, y de un culto a la personalidad, que rebasó jerarquías, y no conoció límites.

Se dice que, después de que concluyan las votaciones del primero de julio, donde resultará electo como nuevo alcalde, el joven empresario Oseguera, difundirá un manual, que se denominará: “como ganar una elección, utilizando las mañas y atropellos de tu enemigo político”.

El personaje central y héroe indiscutible de esta original proeza, es el alcalde maderense, Andrés Zorrilla, mismo que ya desde ahora, puede ser contratado como jefe de campaña o mejor dicho de anti campaña.

Por lo pronto, Andrés Zorrilla, anda muy contento, porque en el PAN, le acaban de decir, que es su mejor guerrero samurai en todo el estado. Lo que no le han explicado , es que semejante mote, se deriva de su enorme capacidad para hacerse el harakiri, o sea el suicidio ritual. En este caso, le reconocen su capacidad para clavarse en su propio vientre, el cuchillo político maderense.

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