Con miedo cierra Andrés Zorrilla Moreno su administración ya que a donde vaya recibe reclamos de los ciudadanos quienes aseguran el alcalde de Ciudad Madero ha dejado mucho que desear en su gobierno y máxime en los últimos meses de la misma.
Para empezar las agendas del presidente municipal permanecen prácticamente en secreto hasta el último momento y cuando se da a conocer el señor -fiel a su costumbre- llega de una a dos horas tarde.
Pero estas absurdas medidas para evadir a la gente resultan insuficientes ya que lo han esperado para gritonearle la falta de compromiso, trabajo y cumplimiento a sus promesas de campaña hechas en cada una de las colonias en el año 2016.
Tal fue el caso de la colonia Árbol Grande donde un vecino del sector le exigía que acudiera a ver las condiciones de varias calles pero el alcalde ni siquiera lo volteó a ver mientras que la secretaria particular Patricia Guzmán y otros funcionarios trataban de distraerlo o alejarlo de donde estaba el evento del alcaldito.
Unos días después en la colonia El Blanco en un evento donde limpiarían una plaza lo esperaban un grupo de molestos vecinos que aseguran el municipio dio permisos para la construcción de una gasera por lo que Zorrilla planteó a su equipo incluso suspender el evento en esa zona.
Los problemas en la administración están a la orden del día y no es más que por la falta de cumplimiento de las promesas de campaña y la falta de atención a la ciudadanía que muchas veces solo quiere ser escuchada pero la soberbia de Zorrilla no le permite escuchar a quienes lo llevaron a la alcaldía.
El próximo 8 de septiembre es el segundo y último informe de gobierno de Andrés Zorrilla en el hotel Maeva, donde se espera tener un sistema de seguridad que impida la entrada de manifestantes que le vayan a puntualizar sus incumplimiento.
Una verdadera pena que el alcalde de Madero salga por la puerta trasera.