La administración municipal de Ciudad Madero ya expira y los pocos empleados que aún quedan prácticamente solo están esperando el último día de mes de septiembre para irse ya que no tienen insumos para hacer prácticamente nada.
En cada una de las oficinas municipales se quejan de la falta de hojas, plumas o tinta para las impresoras donde la dirección de adquisiciones ya no ha autorizado la compra prácticamente de nada para terminar el actual gobierno municipal.
Muchos tienen que comprar sus propias hojas para realizar la impresión de oficios o trámites necesarios pea llevar a cabo las labores que aún deben estar realizándose en las diferentes áreas municipales lo que ha generado problemas en el cumplimiento de solicitudes ciudadanas.
Ni pensar que haya papel de baño es más varios de los sanitarios de la alcaldía han tenido que ser clausurados porque se han descompuesto y no hay refacciones para reptarlos.
Para colmo no hay agua para beber en lo despachadores para los trabajadores, complicándose aún más a los obreros que realizan labores de jornal o limpieza a pleno rayo del sol quienes deben estar constantemente hidratándose para evitar golpes de calor.
Para colmo en los diversos departamentos como servicios públicos se determinó quitar los climas funcionales y colocar verdaderos cascarones viejos, sin que se haya precisado a donde se llevaron los aires acondicionados propiedad municipal.
En el Fraccionamiento “Las Dunas” los mismos vecinos se opusieron a que se quitara las lámparas de tecnología Led ya que pretendían colocar otras luminarias usadas generando la molestia de los colonos que incluso retuvieron al personal y una canastilla de servicios públicos.
Y como pedir sueños cosas sigan funcionando, si el propio alcalde José Andrés Zorrilla Moreno ni siquiera se presenta en su oficina, nadie gobierna y él solamente recibe al personal y uno que otro funcionario en la rimbombantemente llamada “Casa Madero”, una locura más de esta administración.