Parece que a nadie del gobierno federal le importa lo que está ocurriendo en Matamoros, que nadie le presta atención a la situación de emergencia que impera en la fronteriza ciudad limítrofe con Brownsville, del lado de Texas.
Hasta ese sitio llegó una oportunista, revoltosa e inspiradora abogada juarense llamada Susana Prieto Terrazas, quien con el uso de las redes sociales y el hambre social ha generado un gran caos laboral.
Ella, supuestamente con el apoyo de integrantes del Sindicato Minero del senador morenista Napoleón Gómez Urrutia, azuzó a los obreros hasta convencerlos de llevar al paro a decenas de empresas maquiladoras asentadas en esta ciudad.
De la cerca de 50 maquilas en huelga se sumaron la Coca Cola, lecheras, agua purificada, tiendas departamentales, recolectoras de basura e incluso de limpieza, exigiendo todas un aumento del 20% en salario y un bono de 32 mil pesos anual.
La situación tiene en jaque a las empresas de diversos giros sin que el gobierno federal, también morenista, haga algo por solucionar la problemática en el estado gobernado por el Partido Acción Nacional en la persona de Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Todo indica que la intensión de estos movimientos tienen tintes políticos, enfocados a desestabilizar la entidad donde este año hay elecciones locales para actualizar el Congreso de Tamaulipas.
El problema ha permeado a Reynosa y Ciudad Victoria donde ya hay amenazas de huelgas y paros mientras nadie del gobierno de Andrés Manuel López Obrador haga algo por frenarlo.
La mayoría de las empresas han aceptado las condiciones de los obreros, pero todo indica que no podrán más de un año en sostener estas exigencias por lo que se preparan para la partida.
Susana Prieto pudo desestabilizar y echar abajo lo que se construyó por décadas, llevándose seguramente las bolsas llenas para dejar a Matamoros hundido en una crisis obrero – social.