La política de rancho de los panists maderenses quedó en evidencia en la pasada visita de Andrés Manuel López Obrador, ya que de manera por demás burda buscaron opacar con porras la llegada a la Refinería Madero.
Desde muy temprana hora varías personas llegaron a la Puerta 1 del centro refinador en busca de apoyo por parte del primer mandatario de la nación.
Conforme avanzaba el día arribaron morenistas, pejistas o maderenses afines al actual gobierno federal.
Pero pasadas las 3 de la tarde llegaron los panistas encabezados por Los Morado, Adalberto Elizondo y Alejandro Fernando Fernandez De León; todos panistas y aliados del pasado gobierno de Andrés Zorrilla Moreno.
Haciendo ruido con silbatos y matracas, así como agitando globos azules se apostaron frente a los que buscaban ayuda del presidente para comenzar a gritar “Gobernador, gobernador”.
La crítica fue generalizada, ya que fueron tan evidentes de querer minimizar a los afines a López Obrador, desencadenándose una guerra de porras por demás absurda y de risa.
La desesperación del gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca y del panismo al enfrentarse en la siguiente elección local a Morena y la imagen del Presidente de la República es evidente.
Finalmente esta postura de gritos y sombrerazos fue contraproducente y solo generó que una gran muchedumbre recibiera a López Obrador entre gritos de apoyo que acallaron a los panistas acarreados.
El PAN debería ponerse a escoger buenos candidatos y no desgastarse en estas tácticas políticas tan absurdas, básicas y pueblerinas. Póngase a trabajar.