Tuvieron que pasar más de treinta años de la muere de Mauricio Férez Yázbek, mejor conocido como Mauricio Garcés, para que su tierra le rindiera homenaje con la revelación de una estatua.
Más allá de dichos en los que se menciona un supuesto parentesco con la primera dama, Aida Feres de Nader, esposa de Chucho Nader, lo verdaderamente trascendente es que se hizo justicia a este famoso actor.
La tarde del miércoles se develó la estatua del conocido personaje, justamente a un costado del kiosco porteño conocido como “El Pulpo”, donde podrá ser observado por locales y visitantes a esta región sur de Tamaulipas.
Mauricio Garcés nació en Tampico un 16 de septiembre de 1926 y murió el 27 de febrero de 1989 fue un actor mexicano recordado especialmente por su representación satírica en varias películas de galán seductor, maduro y sofisticado de alta sociedad.
Sus ocurrentes frases en tono solemne y peculiar gracia como “¡Las traigo muertas!”, “¡Arroz!”, “¡Debe ser horrible tenerme y después perderme!”, “¡Te voy a hacer pedazos!”, “Yo no soy vanidoso, ¡Y bien sabe Dios que me sobran motivos para serlo!” destacan en su haber.
En la zona centro de Tampico se cuenta con la casa donde supuestamente creció el pequeño Mauricio, luchando desde hace varios años organismos culturales para que se diera este reconocimiento al conocido actor.
Faltan figuras emblemáticas como la de Roberto Cantoral -ya sea en Tampico o Ciudad Madero- o del propio Joaquín Hernández Galicia “La quina” pero pareciera hay una animadversión para lograr reconocer a nuestros destacados personajes.
