Las personas que administraban el bar “Bari-loche” en Altamira se robaban la luz del ayuntamiento y tiraban las aguas negras a la laguna de Champayan.
Personal de Desarrollo Urbano del municipio presentó las denuncias correspondientes ante las debidas instancias.
Se informó que cuando se llevaba a cabo el desalojo, el personal del municipio encontró una extensión que estaba conectada de la palapa del ayuntamiento hasta el negocio, era por ahí por donde se alimentaban de la energía eléctrica.
De igual manera en la parte trasera del establecimiento encontraron la tubería la cual realizaba las descargas del drenaje hacia la laguna.
De esto es el personal de Ecología quien presentó la denuncia correspondiente ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.
El ayuntamiento de Altamira actuó conforme a derecho, aseguró el director jurídico del municipio, Erick Velázquez, en torno al desalojo del restaurante Bariloche, ubicado en la margen de la laguna de Champayan.
Señaló que el propietario del lugar ni sus abogados mostraron amparos para impedir el desalojo, por lo que se procedió a realizarlo.
Indicó que el inmueble será derrumbado en su totalidad, toda vez que se tiene un proyecto turístico que comprende esa zona.
Asimismo comentó que el municipio sólo está recuperando las áreas que son de su propiedad y que están en posesión de terceras personas.
Dejó en claro que se actúa al margen de la ley y que en todo momento se busca llegar a acuerdos para que los desalojos sean pacíficos, e incluso, les dan facilidades para trasladar sus pertenencias.