Una vergüenza y exceso de confianza es lo que escuchamos y vimos en el intento de informe de actividades realizado por el flamante diputado federal Erasmo González Robledo en el municipio de Ciudad Madero.
El lunes 23 de septiembre el legislador convocó a sectores diversos, empresarios y toda cantidad de aduladores en el Salón T2 ubicado en el Instituto Tecnológico de la urbe petrolera porque el gran díscolo respaldándose en austeridad hasta la renta del recinto se ahorró.
Pareciera que volvimos a escuchar un discurso de campaña, repleto de promesas incumplidas y anhelos que lejos, muy lejos, está de poder cumplir ante su incapacidad de gestión y un total desconocimiento de las labores de generar leyes a nivel nacional.
El priísta disfrazado de morenista hizo acopio de toda la cara dura para volver a hablar de temas de salud, infraestructura y presupuesto, en promesas refritas que desde que ha estado como rémora del erario le han funcionado pea hacer como que hace.
Ni el alcalde Adrian Oseguera Kernion acudió a este evento, mostrando de esta manera su descontento con el diputado que absolutamente nada ha hecho para mejorar las condiciones del distrito por el que fue elegido y se ha gastado un año en demostrar que no sirve para nada.
Y todavía tiene el cinismo de pretender ser alcalde de la urbe petrolera asegurando que tiene el apoyo del presidente de la República, amigos diputados y algunos senadores que impulsan el proyecto que ha intentado desde hace varios años y que por su probada ineficacia jamás ha logrado.