El peligroso coronavirus chino ha llegado a Estados Unidos

La principal autoridad sanitaria del país –los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades– confirmó este martes en conferencia de prensa que la primera persona diagnosticada con el misterioso brote generado en la región china de Wuhan recibe tratamiento médico y está “en condición estable”.
Se trata de un hombre de unos 30 años residente en el estado de Washington, y quien se encuentra bajo “estrecho monitoreo”.
Nancy Messonnier, directora del Centro para el Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias, calificó la noticia como “preocupante”.
“Todavía estamos en los primeros días de esta investigación”, dijo Messonnier.
El hombre ingresó a Estados Unidos procedente de China el pasado 15 de enero. Cuatro días después buscó ayuda médica, y fue hospitalizado con neumonía. Antes de ingresar al país había estado en la ciudad china de Wuhan, donde se originó el brote, pero no vino en un vuelo directo de esa región.
El paciente regresó de China antes de que las autoridades estadounidenses ordenaran monitorizar a los viajeros provenientes de Wuhan en los aeropuertos de Los Ángeles, San Francisco y el John F. Kennedy de Nueva York.
En estos controles, que también se han puesto en marcha en otros aeropuertos internacionales alrededor del mundo como Australia y otros países asiáticos, se le tomará la temperatura corporal a los pasajeros, ya que se trata de uno de los primeros síntomas del coronavirus.
Determinar cómo ocurrió el contagio
El brote en China ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias mundiales, pues se sabe que el virus se puede transmitir de persona en persona, y el gran flujo de turistas por el Año Nuevo Chino provoca una alarmante preocupación, pues ya se detectaron pacientes en Tailandia, Corea del Sur y Japón.
Surgió el mes pasado en Wuhan, la ciudad más grande China. Por ello, las autoridades relacionaron las infecciones virales con un mercado de mariscos y vida silvestre de Wuhan, que permanece cerrado desde el primero de enero para evitar una mayor propagación de la enfermedad.