Los franceses verán a partir de este lunes cómo sus vidas se acercan más a las que tenían hace tres meses después de que el presidente, Emmanuel Macron, decidiera hoy pisar el acelerador en la desescalada de las medidas de protección contra el nuevo coronavirus.
“Vamos a recuperar en parte nuestro saber vivir, nuestro gusto por la libertad. Esto no significa que el virus haya desaparecido, habrá que respetar durante mucho tiempo aún las reglas de distancia física”, dijo Macron en un discurso a la nación donde marcó las pautas de la tercera fase de la desescalada.
El país, que se encuentra en la segunda fase de desconfinamiento desde el 2 de junio, con el territorio dividido en verde o naranja según la presencia del virus y con medidas más estrictas en las zonas más afectadas, pasará a partir de este lunes al verde en todo el territorio metropolitano y reabrirá sus fronteras con el resto de Europa. A partir del 1 de julio, y según la situación sanitaria de cada país, abrirá también sus fronteras exteriores del Espacio Schengen.