Es en la parte trasera del cementerio donde se encuentra un tenebroso y enorme árbol, lugar que fue escogido para venerar al diablo.
La señora Carmela Flores explicó que de pronto una tarde, un automóvil negro llegó al cementerio.
De la unidad bajaron dos jóvenes que cargaban una imagen del diablo con el pene erecto y otro igual, pero más pequeño.
Después de llevar a cabo una oración lo dejaron en el lugar y partieron, lo extraño fue que ya nunca regresaron.
“Desde ese entonces otras personas vienen a ese árbol y le hacen oración al demonio”, aseguró que las personas exclamaban extraños gemidos, “no sé cómo se avisaban entre ellos pero a diario vienen mas personas”.
La mujer que desde hace años laboraba dando mantenimiento a las tumbas indicó que estas personas hacían rituales satánicos, incluso hay un hombre que portaba una sotana como si fuera sacerdote.
“Mire esto fue hace días,…ahí está la cabeza de un cochino el cual habían encajado frente al demonio y con bastantes alfileres en la boca, a mí me dan miedo esas cosas malas pero han de ser de una iglesia o una secta que veneran al diablo con el pene erecto
Una práctica muy extraña y fuera de lo común fue llevada a cabo en el cementerio de las fosas prestadas de Tampico, diversas personas acudieron a “sobar” un diablo.
