Era de noche y Tania no podía ver lo que estaba pasando afuera de su departamento. Pero oía cómo el agua arrastraba piedras y rocas.
De repente, sonó el citófono de su casa. Era el conserje para advertirle que tenía que mover su auto lo antes posible pues el sótano del edificio se estaba inundando.
“Cuando llegué, ya había 4 autos bajo tierra. Era una imagen horrorosa”, recuerda en conversación con BBC Mundo.