Capturados con todo y autobús a esa mala hora: las 3 de la madrugada a mitad de la carretera, viajeros de Tampico que iban a San Juan de los Lagos vivieron un infierno…
“Alrededor de las 3 y media de la mañana sentimos que frenó el camión: creíamos que había un retén, y yo, entre dormida y despierta, vi luces de colores, como una torreta, y alguien gritó: ¡Nos van a asaltar…!”
Es lo que relata una de las personas que viajaban como pasajeros rumbo a San Juan de los Lagos, Jalisco, el segundo fin de semana del mes, pasado el 14 de febrero, en un autobús chárter de una agencia de viajes ubicada por el crucero de Germinal, al norte de Tampico, unidad que fue asaltada por sujetos encapuchados y con armas largas cuando terminaba de atravesar el estado de San Luis Potosí, el domingo en la madrugada.
El relato prosigue: “Entonces todo mundo empezamos a guardar lo que más pudiéramos, porque muchos llevaban efectivo, iban a comprar, y otros nomás lo básico… yo no le echo la culpa a la agencia, íbamos en dos camiones, atrás del nuestro iba otro, nos tocó la de malas, íbamos en la carretera todavía del estado de San Luis, en un lugar conocido como ‘El Triángulo de la Muerte’, ¡ya te imaginarás por qué…!”
La víctima de asalto masivo a mano armada detalla que fueron tres los criminales que treparon al autobús: uno se quedó en la cabina, con el operador, y los otros dos se colocaron uno a cada extremo del pasillo, desde donde empezaron a avanzar hacia el centro del mismo no sin antes despojar a los pasajeros que ocupaban las hileras de asientos por las que iban pasando, pidiéndoles, tras el despojo, que se corrieran a los lados o medio se levantaran, para cerciorarse de que nada hubieran dejado oculto entre sus lugares.
“Lo que sí sentimos fue que al camión (autobús) lo desviaron, como que se metió a una brecha, y estuvimos unas dos horas prácticamente secuestrados, los tipos todavía se dieron el tiempo de estar pidiendo a cada uno el código de su celular, para desbloquearlo… echaban en una bolsa todas las pertenencias de las que nos iban despojando, pero sólo iban por el dinero, las tarjetas y los celulares…”
El viajero, de quien se reserva la identidad para no exponerle, menciona que concluido su atraco, los delincuentes bajaron por fin del autobús, donde no sólo se habían limitado a amenazar, amagar y asaltar, sino que además obligaron a una pasajera a despojarse de su ropa y, ya en ese estado, la auscultaron cuanto quisieron, sólo porque a ella se le había ocurrido meter entre sus ropas algo de sus posesiones, lo cual notaron los asaltantes.
Así, lo que iba a ser un tour que iniciaría yendo a misa a las 7 de la mañana ante la Virgen de San Juan, y que continuaría en otros puntos de Jalisco, como Tequila y el rancho de Vicente Fernández, acabó siendo, más que una odisea: la peor pesadilla que haya vivido en carne propia el grupo de viajeros del sur de Tamaulipas, quienes, ya estando seguros de que los criminales estaban lejos, le pidieron al operador continuar su rumbo hasta llegar a un paradero de trailers, desde donde llamaron a la Guardia Nacional, la que jamás llegó al punto, sino que los interceptó más bien ya cuando llegaba a la entidad jalisciense, haciéndoles recordar, con sus torretas, “códigos” y señal de alto, el infierno recién padecido.
