Se les puede ver a cualquier hora del día en las calles y espacios públicos de toda población en México, con chalecos para avisar de su presencia a automovilistas y luciendo en esas casacas el emblema de algún gobierno.
Como el grupo de personas a las que captamos a temprana hora de este viernes, 25 de abril, por el rumbo del sector Nuevo Tampico- Miramar, en el sur de Altamira, Tamaulipas.
Son quienes hacen el trabajo más pesado, la faena diaria en las calles, como héroes que cubren su identidad en ropa para protegerse del sol, gorras y en ocasiones hasta con sus rostros cubiertos, acaso con el afán de no ser reconocidos.
Pero ellos, a diferencia de muchos burócratas de escritorio, no deberían tener nada en absoluto de lo cual avergonzarse, sino más bien al contrario: deberían de sentirse orgullosos de sudar haciendo las tareas más humildes para ganar su sustento diario, ¿no cree usted?