Pareciera que todo mundo quiere hacer como que el playazo nunca existió, lo pintan como un desacierto en el turismo de la zona sur de Tamaulipas, aún cuando era factor para congregar a miles de jóvenes previo a la Semana Santa.
Hay quienes aseguran que los primeros playazos fueron allá por la década de los 70’s otros que en los 90’s pero sin lugar a dudas los de inicios de este siglo fueron los de mayor concurrencia.
La avenida Tamaulipas se saturaba de autos repletos de jóvenes que incluso desde un día antes acampaban en la costa de Ciudad Madero, con el pretexto de celebrar el inicio de la época de asueto.
Es cierto que por momentos la situación se salió de control convirtiéndose aquello en un aquelarre fuera de control, con cuerpos semidesnudos de jóvenes alcoholizados bailando de manera convulsiva.
La falta de una buena estrategia de control de la chamacada llevó a esa situación que satanizó el playazo, mismo que con el inicio de la inseguridad en la zona sur de Tamaulipas simplemente desapareció.
Ahora hay grupos de chavorrucos que pretenden rescatarlo con la realización de conciertos el próximo viernes, pero han encontrado la renuencia de las autoridades municipales que ven el evento como la situación más depravada.
Moralistas sin sentido abundan en el actual gobierno quienes creen qué haciendo como que el playazo no existió este no convocará mañana viernes a decenas de jóvenes, quizá no los miles de 2005 o 2008, pero si una buena cantidad.
Buen aprovechado y cuidado el playazo podría ser un buen pretexto para dar sana diversión a los jóvenes, lejos de señalar este evento como una invitación a alcoholizarse y realizar actos inmortales. Maduren señores.