Cinco meses después de comenzar su gobierno, en marzo del año 2017, José Andrés Zorrilla Moreno puso en marcha el programa “School Bus” anunciándolo como un esfuerzo por apoyar a la economía de los niños de escasos recursos pero nunca dijo que era uno de sus negocio en el municipio.
Resulta que las dos unidades viejas y semidestartaladas que puso en funcionamiento en marzo del año 2017 no son propiedad municipal, sino que fueron adquiridas por él y arrendadas al municipio por un tercero, según reveló a Red Metropolitana un cercano colaborador.
Ese fue considerado uno de los más grandes aciertos de la gris administración de Zorrilla, ganando varios adeptos y simpatizantes pero detrás de esa “gran bondad” oficial estaba un lucrativo negocio que le resultó en considerables dividendos.
Ahora resulta que en diez días que se vaya del gobierno estas unidades seguramente estarán al servicio de las guarderías del empresario de la educación, ya que el negocio se le ha terminado con la derrota del pasado 1 de julio.
En su momento dijo que el programa “School Bus” era para coadyuvar con la economía de las familias maderendeses, así o como evitar la deserción escolar, pero olvido mencionar que no eran del municipio.
“Este proyecto está fundamentado en distintos razonamientos, entre otros en sumarnos a un tema de solidaridad con los alumnos y facilitar su traslado a las escuelas de Ciudad Madero, con rutas estratégicamente planeadas para que en este arranque piloto podamos distribuir, transportar y movilizar a cientos de alumnos todos los días que van a sus escuelas”, explicó en su momento Zorrilla
Inmiscuyó en este incluso al gobernador, Francisco Javier García Cabeza de Vaca, al establecer que este programa era a recomendación del propio ejecutivo estatal “una forma de gobernar a la que nos comprometimos desde mucho antes, cuando llegamos, durante y después seguiremos con esa misma responsabilidad, tener administraciones sensibles, conectadas, directas” declaró en ese mes de marzo del 2017.
Fue un año y seis meses que Zorrilla arrendó las unidades, sin que hasta el momento se haya revelado en cuanto fue que se pagó ese servicio, que dicho sea de paso fue de los pocos que nunca fallaron ya que se les dio el mantenimiento porque eran del alcalde, mientras que los camiones recolectores de basura y las canastillas que si fueron adquiridas por el municipio varias ya no funcionan por falta de cuidado.
A la más vieja usanza priista Zorrilla hizo un gran negocio con su poder, efectuando las prácticas que desde la dirigencia empresarial tanto criticó.
