En el municipio de Altamira persiste la contaminación al campo y presas derivado de la fuga de crudo y combustibles, algunas generadas por emanaciones naturales y otras por tomas clandestinas.
El caso más grave, es en el Ejido Esteros, donde un derrame de petróleo invadió más de tres hectáreas de soya, dejando inservible esa extensión.
Al respecto, el director de ecología y medio ambiente, Francisco Illescas Martínez reconoció que a más de año y medio continúan esperando la remediación del daño.
“En determinado momento solamemte recogen lo que está expuesto y ya las partes de saneamiento pasan a una segunda o tercera etapa, con el cambio que hubo en la ASEA ahora tiene que dictaminar y venir una orden desde México por parte de la ASEA para que se realice un saneamiento o si se tiene que licitar”.
El funcionario, puntualizó que en el caso de las fugas por ordeña en ductos, el proceso es más tardado, pues las autoridades pertinentes realizan investigaciones al considerarse un delito federal.