Nos encontramos a menos de cinco meses de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Verano 2020 y si bien queremos saberlo todo con respecto a los planes de contingencia que podrían establecerse debido al brote global del coronavirus, aún no lo podemos saber. El tiempo corre, a favor y en contra, de Tokio 2020.
Con una cifra estimada en más de 600.000 turistas provenientes de todas partes del mundo que llegarían a Tokio con motivo de los Juegos Olímpicos (sin incluir los millones de ciudadanos japoneses que asistirán a la justa deportiva), existe una intensa especulación con respecto a si el virus, denominado oficialmente COVID-19, alterará los planes con miras al espectáculo deportivo más importante del año. Esas cifras de viajeros y asistentes no incluyen a los más de 11.000 atletas provenientes de aproximadamente 200 países.
Más de 60 naciones han informado la presencia de por lo menos un caso del coronavirus desde que fuera detectado por primera vez en Wuhan, China, en diciembre pasado.
Sin embargo, aún es demasiado prematuro para tomar alguna medida drástica con respecto a los Juegos Olímpicos, según indican expertos y organizaciones de salud que hacen seguimiento a la situación. El pánico vinculado al coronavirus es producto del elemento de incertidumbre, según afirma el Dr. Brian McCloskey, quien lideró la planificación de salud pública para los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
La posibilidad de que se produzca una epidemia (de cualquier clase) es algo que ha estado en mente de los organizadores de los Juegos de Tokio desde que, hace siete años, la capital japonesa fuera designada sede Olímpica.
“Nunca se han cancelado unos Juegos Olímpicos debido a una situación como esta”, comentó McCloskey a ESPN.com. “Estamos viendo cómo, en este momento, se están cancelando varios eventos deportivos y otros sucesos que convocan grandes masas de asistentes. Eso se debe, primordialmente, al grado de incertidumbre que existe en la actualidad. Creo que la gente está nerviosa porque no sabe lo que está sucediendo. Mi punto de vista es que no hay necesidad de preocuparse por los Juegos Olímpicos”.
A medida que se acerca la cita Olímpica, los organizadores de los Juegos de Tokio siguen monitoreando los brotes epidémicos entre el público en general que ya reside en el área, aparte de cualquier visitante, espectador y atleta. La ciudad ya cuenta con varios sistemas de rastreo en funcionamiento, según afirma McCloskey, y utiliza sistemas reforzados, debido a la proximidad de los Juegos. Dichos sistemas se mantendrán en pie durante la celebración de la justa Olímpica.
La epidemia del coronavirus ha infectado a una cantidad cercana a las 90.000 personas a nivel mundial hasta la jornada del lunes, produciéndose al menos 3.000 fallecimientos, en mayor medida en China continental. El pasado viernes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) elevó el nivel de riesgo global a “muy alto”.
La OMS está asesorando a los organizadores de los Juegos Olímpicos de Tokio con respecto a la epidemia del COVID-19. El Dr. Mike Ryan, jefe del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, indicó a los periodistas en una llamada efectuada el 27 de febrero, que “según tengo entendido, no se ha tomado ni se tomará decisión alguna en el corto plazo con respecto al futuro de los Juegos Olímpicos”.
Aún se desconocen muchas cosas con respecto al coronavirus y es difícil predecir cómo se desarrollará la situación en el ámbito global durante los próximos meses.