La cuarentena que sirvió de modelo para los países del mundo que combaten el coronavirus terminó luego de 11 semanas. Las autoridades chinas ya permitieron a los residentes de Wuhan entrar y salir de la ciudad donde comenzó la pandemia.
Apenas pasada la medianoche, los 11 millones de habitantes pueden salir sin una autorización especial, siempre que una aplicación obligatoria en el teléfono celular que combina el rastreo de datos con la vigilancia del gobierno muestre que están sanos y no han tenido contacto reciente con un enfermo del virus.
Apenas pasada la medianoche, los 11 millones de habitantes pueden salir sin una autorización especial, siempre que una aplicación obligatoria en el teléfono celular que combina el rastreo de datos con la vigilancia del gobierno muestre que están sanos y no han tenido contacto reciente con un enfermo del virus.
Para festejar la ocasión, se realizó un espectáculo de luces en las márgenes del río Yangtze; rascacielos y puentes irradiaban imágenes animadas de trabajadores de la salud que ayudaban a enfermos. Una de ellas llevaba la leyenda “ciudad heroica”, título otorgado a Wuhan por el presidente y líder del Partido Comunista, Xi Jinping. Desde los terraplenes y puentes la gente coreaba “¡vamos, Wuhan!” o cantaba el himno nacional.
Se reanudó el intenso tráfico en los puentes, túneles y autopistas, mientras cientos de personas aguardaban los primeros trenes y aviones, muchos con la esperanza de regresar a sus trabajos en otras partes.
Las restricciones en la ciudad donde se registraron la mayoría de los más de 82 mil casos y 3 mil 300 muertes del país se han relajado gradualmente en las últimas semanas al reducirse los casos nuevos. Las cifras oficiales de hoy no registran casos nuevos.